lunes, abril 27, 2015

Hidrogenesse: sacados de otra era



Por primera vez en Chile, el dúo barcelonés Hidrogenesse será el encargado de cerrar este sábado el Santiago Pop Fest y de encantar este domingo al puerto de Valparaíso con un concierto especial. Dos fechas imperdibles de un fin de semana histórico para los seguidores del pop en español. ¿Las razones de tan exagerada presentación? Aquí repasamos algunas.

Cuando en 2014 Los Planetas anunciaron una visita a Chile, sus fanáticos no ocultaron la excitación: por fin, después de más de dos décadas, los españoles cruzaban el Atlántico para llegar a Santiago, una capital en el medio de un país que aún se visualiza lejano para los creadores ibéricos.
Gracias a aquella fecha, una parte de los seguidores de la tradición de pop español quedó satisfecha, soñando que las distancias que todavía nos separan con España comenzaban a estrecharse. Otro sector del público, en tanto, debió seguir esperando la llegada de proyectos más o menos independientes como La Casa Azul, Single o Francisco Nixon, por mencionar a algunos, a quienes conocieron (conocimos) a través de Rockdelux y que luego pudieron (pudimos) consumir hasta el cansancio mediante descargas y videos. Pero la espera continuará hasta que las condiciones que asumimos como superadas —fronteras, geografía, costos, difusión, etc.—, sean menos ingratas de sobrellevar.

Sin embargo, en 2015, los encargados de ilusionarnos con un cambio en este panorama serán Carlos Ballesteros y Genís Segarra, las dos caras detrás de Hidrogenesse. Con sus conciertos en Chile, la dupla marcará un hito particular en este país, mezclando pop, electrónica, lucidez y taco gastado sobre el escenario.

Lo del taco es literal, pues Genís Segarra viene calzando tacones aguja (como Prince) hace varios años en sus espectáculos. Pero las suelas también se gastan caminando y ese es el gran legado de Hidrogenesse; años de trabajo y recorridos para dar cuerpo al sello Austrohúngaro, casa que desde el año 2000 ha visto pasar a Chico y Chica, Astrud (el otro dúo pilar del sello, que también cuenta con Genís como mitad creativa), Feria, Hello Cuca, Alfacrepus, entre otros. Una plataforma, que según han explicado nació para publicar bandas amigas, pero que tras quince años de acción es un referente de historia y pop en español, como lo son Elefant o Siesta. Claro está, todos los discos de Hidrogenesse se han publicado en Austrohúngaro, y aunque la variedad de oferta/demanda hoy permitiría (quizá) que alguna editorial los publicara, a fines de los 90s no existía otra posibilidad para ellos; la autogestión era el camino, y con el tiempo, las condiciones y el contexto de una época se transformaron en el imperio particular de Segarra y Ballesteros.

Gimnastica Passiva (2002) fue el debut para la pareja, pero también fue el primer indicio para que hoy podamos ocupar etiquetas como «pop desprejuiciado» en estas latitudes. Representantes de un sincretismo basado en el electropop, la performance, la poesía y un discurso lúdico, Hidrogenesse despuntaron con aquella producción como una pareja capaz de igualar o superar los antecedentes que dejaron (y aún dispersan) Kraftwerk, The Magnetic Fields o Pet Shop Boys. Pero en español, en los himnos “No hay nada más triste que lo tuyo”, “1987” o “Vamos a salir del Siglo”.

Javiera Mena, compositora mil veces descrita por su actitud «desprejuiciada», los ha citado como referentes y hasta les entregó “Luz de piedra de luna” para ser remezclada. Sin espacio para la exageración, es posible que la historia de la chilena fuese muy distinta sin la influencia de los catalanes, pues con Hidrogenesse como ejemplo de un tipo de creación, más el soporte de Austrohúngaro como oficina discográfica, la cronología del pop en nuestro idioma comenzó a poblarse de otras letras, otras bases y ritmos, y sobre todo, otras historias y protagonistas. Desde un comienzo, las narraciones del Ballesteros y Segarra fueron entramando humor y perspicacia, crítica a las convenciones sociales, las modas y tendencias, mientras aportaban crónicas románticas como toda buena agrupación pop. Ahí están “Eres PC / Eres Mac”, “Hidrogenesse Asociados” o “Vuelve conmigo a Italia” para probarlo.

Con el paso de los años, Animalitos (2007), y su continuación Bestiola (2008), consolidaron un sonido a ratos denso y heredero del krautrock, y otra veces luminoso y adictivo, que decantó en una obra clave: la celebración de los cien años del nacimiento del matemático inglés Alan Turing, Un dígito binario dudoso (2012). El álbum, que en un principio no estaba dentro de los planes del dúo, pasó a transformarse en el referente que la banda nunca buscó, pero que prensa y público siguen calificando como su mejor disco. Las razones están en canciones como “El beso”, “Enigma”, “CAPTCHA Cha-Cha” o “Historia del mundo contada por las computadoras”, cortes que abordan la dramática biografía de Turing y también las propias manías del grupo: la fascinación por las máquinas, su manipulación y el efecto que éstas generan en nuestra vida cotidiana. Una entrega fundamental, que en media hora nos cuenta la historia y muerte del padre de la informática —condenado a la castración química por ser homosexual, pero héroe tras vestidores por sus aportes técnicos durante la Segunda Guerra Mundial—, y de paso conecta pasado, futurismo y el presente que conocemos, la realidad que incluso permite que estas líneas se visualicen en un dispositivo electrónico. Rockdelux, rendida ante el trabajo de Hidrogenesse, calificó el disco como la mejor obra española de 2012, lo que multiplicó las miradas sobre la dupla.

Pero, como ellos mismos se han encargado de aclarar, el éxito de Un dígito… no los perturbó. Ballesteros y Segarra continuaron trabajando al mismo ritmo que los caracterizaba, recuperando el repertorio inconcluso. Así comenzaron a afinar canciones antiguas. Del pasado. Y no es casualidad que esa arqueología íntima se titulara Roma (2015), obra dedicada a una capital que siempre los sedujo y que reúne nuevos personajes fetiche: Elizabeth Taylor, Gustave Flaubert, Terenci Moix, entre otros.

Como vuelta de tuerca de su propio discurso, Hidrogenesse abordan con humor el paso del tiempo, la vejez y los problemas de aferrarse al presente en “Aquí y ahora”, “Siglo XIX”, “Dos tontos muy tontos” o “A los viejos”. Aparecido en enero de este año, los caminos de Roma llevaron a Hidrogenesse a planear su primera gira por Sudamérica —tan lejos, tan cerca—, con fechas en Argentina, Uruguay, Chile y Perú, aceptando invitaciones de productores que crecieron escuchando sus canciones y que apostaron por la dupla en los escenarios locales.


Banda de honor del Santiago PopFest (sábado 25 de abril) e invitados de Letal en Valparaíso (domingo 26 de abril), Hidrogenesse conocerán la cara del público chileno en esos dos conciertos. Nosotros, en tanto, podremos disfrutar de su repertorio por primera vez en vivo y también conoceremos a una dupla central dentro de la creación española. Dos conciertos que serán una clase de historia popular: un repaso de pasado, presente y futuro del pop en nuestro idioma.

Aparecido en Paniko.cl en abril de 2015.

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domingo, abril 19, 2015

Hidrogenesse: “La música pop no está pensada para que la hiciera gente mayor”

Carlos Ballesteros / Genís Segarra: Hidrogenesse.

Carlos Ballesteros: voz. Genís Segarra: máquinas. Juntos son Hidrogenesse, dúo barcelonés que por primera vez visitará Sudamérica durante abril y mayo para promocionar su último y quinto largaduración: “Roma”. Gracias a este disco, Hidrogensse ha logrado madurar una estética única, marcada por un discurso lúdico y sonido de electrónica pop, ya desarrollado en piezas imprescindibles como “Un dígito binario dudoso” (2012) –el aplaudido homenaje a Alan Turing años antes del biopic “El Código Enigma”-, “Bestiola” (2008), “Animalitos” (2007) y “Gimnàstica Passiva” (2002). Como dupla, además, son responsables de mantener en pie una de las leyendas discográficas de la música en español: el sello Austrohúngaro, editorial detrás de bandas como Chico y Chica, Espanto o los primeros Astrud.

Según Carlos y Genís, fue la invitación que recibieron de Chile –a participar de la primera versión del Santiago Pop Fest- la que desencadenó una serie de fechas en Perú, Argentina y Uruguay, la mayoría autogestionadas. “Hemos aprendido que si queremos ir a América no hay que esperar. Tampoco basta con aceptar propuestas más realistas. Tienes que buscarte tú las oportunidades, provocarlas. O sea que nuestra gira es en parte por una invitación, y en parte por iniciativa propia, para provocar nuevas invitaciones y propuestas. Ahora estamos ya planeando una segunda parte de esta gira latinoamericana para otoño e invierno”, anuncian a horas de cruzar el Atlántico.

Sobre los shows en Chile y los países vecinos, la pareja adelanta que serán conciertos muy eclécticos. “Siempre incluimos canciones de todos nuestros discos en el repertorio. De las más viejas a las más nuevas, aunque estarán más centradas en “Roma”, porque nos hacen más ilusión estas canciones ahora. Hemos estado ensayando alguna que últimamente no estamos tocando en España, pero no sabemos si acertaremos. Ya hemos visto en redes sociales que algunos quieren “Hidroboy”, y esa no. Esa canción no está metida en el secuenciador, y el secuenciador está ya metido en la maleta, y la maleta cerrada” aclaran a los fanáticos.

¿Cómo ha sido la trastienda de esta gira en términos de financiamiento y desarrollo? Organizar un viaje de este tipo nunca debe ser muy sencillo…

Nuestra política ahora mismo, desde hace unos años, es decir que sí a todo. Hay que confiar en los promotores, ya que ellos se encargarán de financiar los transportes. Luego ya se organiza todo lo demás: alguien tiene que acoger a nuestro gato y procurarle los cuidados que su avanzada edad requiere; hay que comprar nuevos instrumentos, más pequeños, que nos permitan viajar a tantos lugares siendo solamente dos personas arrastrando maletas; también hay que dejar todo listo en Barcelona para no encontrarnos con un caos al volver.

Durante el viaje les tocará compartir escenario con bandas como Diosque, Dani Umpi o Fakuta, que toca el mismo día que ustedes en Santiago. ¿Conocían los solistas con los que compartirán fechas o han sido descubrimientos para ustedes?

Conocemos a Diosque desde el disco anterior a “Constante”, curiosamente por su edición peruana, y a Dani Umpi y a Fakuta también les hemos oído, y a los 107 Faunos, que tocarán en Buenos Aires con nosotros, los conocimos en persona en Barcelona hace un par de años. O sea que sí, les conocíamos a todos los que mencionas. De Chile conocemos a Gepe, Javiera Mena o a Alex Anwandter. “Hambre”, “La Joya” o “¿Cómo puedes vivir contigo mismo?” son canciones chilenas que nos encantan. Ah, y Dënver también tienen público y canciones conocidas en España, al menos a un nivel underground. En general, nos parece que los artistas chilenos tienen muy poca vergüenza. Eso es algo que nos da envidia a nosotros, artistas europeos llenos de manías.

Vienen a presentar “Roma”, un disco que han explicado como la obra en la que estaban trabajando antes del disco en homenaje a Alan Turing. Han dicho que es un disco que estaba casi terminado y que luego retomaron para finalizarlo. ¿Se les pasó por la cabeza la posibilidad de no publicar “Roma”?

Somos muy poco prolíficos. No nos podemos permitir tirar a la basura cosas que ya tenemos medio hechas. Además, todo lo que hacemos es muy importante para nosotros. Cada canción. No se nos pasaría por la cabeza nunca algo así. Ahora estamos “a cero” y te aseguramos que es mucho mejor tener cosas ya empezadas, ¡tener pasado es tener futuro!

Han descrito que el disco homenaje a Alan Turing contó con una “exagerada acogida”. ¿Tanto les sorprendió la ola de buenos comentarios? ¿Cómo vivieron esa etapa en la que al parecer mucha gente descubría “el potencial” de ustedes como banda y creadores?

Pues sin problemas psicológicos, porque nos pilló ya creciditos. Ya sabemos lo relativo que es todo esto, que ahora eres guay, pero ahora ya no, y luego te redescubren, o dicen que “has vuelto”…

No sólo en “Roma”, sino que de todos sus discos y los discos que edita Austrohúngaro, se desprende un tono muy distintivo, particular, que se puede interpretar muy lúdico. ¿Son conscientes de ese “sello austrohúngaro” (que a esta altura ya es un estilo y casi una escuela)?

Cuando grabamos en 1997 las canciones del recopilatorio “Lujo y Miseria” ya había una intención de crear una familia, un algo común de varios grupos, varias personas. Hay quien piensa que el nexo común de lo austrohúngaro es un estilo, o un sonido, pero se equivocan. No nos importa lo más mínimo el estilo. Lo que tenemos en común es algo más de base, ideológico si quieres. Tomarse muy en serio lo lúdico, y todo lo demás muy a broma. No tomarle el pelo a la gente. No apuntarse a las modas, aunque te sienten bien o incluso aunque te gusten. Cosas así, básicas.

¿Qué tan importante es para ustedes el humor, el juego, o la ironía a la hora de continuar creando o haciendo canciones?

No entendemos lo que hacemos sin humor. Preferimos que haya humor en todo lo que nos gusta: cine, música, libros. Puede ser un humor muy fino o muy grueso, ser lo principal en la obra, o estar ahí de fondo. Da igual. Lo que no entendemos son las cosas 100% serias, de gente que se toma a sí mismo tan en serio, porque todos nos reímos en algún momento, siempre hay risa en algún lugar de nuestras vidas, y la gente que no deja que eso se vea en sus obras nos parece, como mínimo, sospechosa.

El tiempo, y en especial el futuro son temas centrales en “Roma” ¿Cómo se toman ustedes el paso del tiempo, el envejecer y al mismo ver que el mundo está cada vez más obsesionado con “lo último”?
Nos encanta el paso del tiempo, nos encanta que el tiempo pase, y el efecto que causa en las cosas. Es curioso que un objeto se torna más y más hermoso y valioso con el tiempo, siendo igual de feo e insignificante que el primer día, ¿verdad? La actualidad, la moda, a veces pueden divertirte, jajaja, pero la verdad, siempre hemos tenido una fuerte pasión por alejarnos de la actualidad, por estar fuera de la moda, por “salir del siglo”. Lo moderno es excitante e inspirador, pero la tendencia es algo que hay que evitar siempre.

Madonna, Björk, Morrissey, Pet Shop Boys son artistas que por su edad pareciera que siempre tienen que justificar su derecho a publicar discos. ¿Cómo observan ese fenómeno?


Es cruel, pero suponemos que siempre lo ha sido. La música pop no estaba pensada para que la hiciera gente mayor. Parece un contrasentido. Pero la gente que hace música pop se hace mayor, como todo el mundo, así que no debería preocuparle a la gente. Es más triste que artistas como Madonna crean que, para hacer pop, tienen que ser o parecer eternamente jóvenes, ágiles y sexy. Nosotros no creemos que para hacer pop se necesite ser ni parecer ninguna de estas tres cosas.

En muchas entrevistas se refieren a trabajos por encargo que están preparando, producciones en las que están trabajando, nuevos instrumentos que van probando, o nuevos personajes que los tienen obsesionados. Se les nota muy inquietos. Por eso, además de las fechas en España y la gira por Sudamérica, ¿en qué proyecto están trabajando o en qué están investigando actualmente?
Ahora mismo estamos a cero, sin canciones nuevas comenzadas, ni un título para un nuevo disco. Solamente tenemos algunas ideas que se nos ocurrieron en México el año pasado. Quizás en esta gira sudamericana ampliemos y perfeccionemos esas ideas, y algún día tengamos unas cuantas canciones inspiradas por la América latina. Si no es así, si nada se nos ocurre, siempre podemos trabajar en unas canciones muy antiguas, el repertorio de nuestros primeros conciertos a finales de los 90, que nunca hemos grabado. Eran casi todo baladas.

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