martes, octubre 25, 2011

Entrevista a Félix y Los Clavos

Fotos: Nacho Parodi

El cantante y compositor argentino Félix Cristiani publicó su debut “La vida secreta” en 2007. El disco fue una muestra de pop sencillo y letras memorables que pasó casi inadvertida entre el público local, pese a conseguir el apoyo del sello nacional Quemasucabeza, discográfica que lo editó en Chile. En 2008, Félix se presentó por primera vez en nuestro país como invitado del 1er Festival Solistas en Solitario. Siendo un desconocido entre la mayoría de los asistentes, el argentino defendió sus canciones sólo con una guitarra. Y quebrar el hielo no fue fácil. 

—¡Ese concierto fue horrible! –recuerda Félix. Yo no soy un cantautor que sale con guitarra y voz, siempre toqué con banda, que es el formato que me interesa. Me sentí muy en desventaja, porque los otros músicos  del festival (Gepe, Chinoy, Nano Stern, Coiffeur) hacían vivos y discos con esa formación. Sin embargo, debo decir que en un sentido fue esclarecedor: me prometí nunca más tocar solo.

Después de casi cuatro años, Félix regresa a Santiago esta semana junto a Los Clavos, su nueva banda compuesta por seis músicos con los que grabó su reciente trabajo: “Continuará” (2011). Producido por Daniel Melero, el disco contiene dos placas: una compuesta por once nuevos cortes y otra de seis canciones que samplean el material del primero. Según el argentino esta es una apuesta más ligada al ruidismo y la experimentación; un pop  explosivo y que explora la idea de la obra infinita.

Lo que sorprende de “Continuará” es el sonido. Suena no distinto, sino que opuesto a “La vida secreta”. ¿Qué pasó en estos años que pasaste de un pop sencillo a un disco complejísimo?
- Si hay algo en lo que somos afortunados los artistas es en poder transformar la basura en arte. En los años entre “La Vida Secreta” y “Continuará” tuve una seguidilla de colapsos emocionales que me llevaron a estados de pánico y terror. Recuerdo estar muy fumado tocando la guitarra y sentir que el ventilador se iba a caer y me iba a rebanar la cabeza. Cosas horribles como esa terminaron siendo una gran inspiración. Al final todo tenía que ver con el derrumbe de un estado mental en el que creía poder tener control sobre todo. Y la realidad es una bestia que se impone más allá de tu voluntad. En todo ese ruido vislumbré que había formas de bellezas no hedonistas o gratificantes, como el terror o la violencia, y que eran espacios muy fértiles y no muy usualmente abordados, desde la música sobre todo. Ese fue mi aporte, la composición y todas estas ideas. El resto lo hicieron Los Clavos -combo compuesto por Benjamín Ochoa en el bajo y sintetizador; Damián Cubilla en guitarra acústica; Siro Bercetche en guitarra eléctrica; Chango Serantes y Antü Filardi Sabín en sintetizadores y Luis Herrera en la batería-.

En “Continuará” yo sólo canté. Con Benjamín Ochoa, un socio histórico, nos dimos cuenta que para poder bajar a música estos “conceptos” teníamos que desarrollar un sistema anárquico de producción. Por eso arrancamos a grabar sin que ninguno de los Clavos hubiera escuchado los temas, ni preparado arreglos. Era darle play un par de veces a unas maquetas de guitarra acústica y voz, y que grabaran lo primero que se les ocurriera, sin conocer los acordes ni encargarse de cumplir las funciones que suelen tener los instrumentos. “Quedar expuesto” fue una de las premisas. 

Otra de las cosas que sorprende es que tus letras siguen siendo más o menos similares: historias, narraciones sentimentales… En eso se nota cierta continuidad entre ambos trabajos. ¿A la hora de escribir una canción, entonces, es más complicado salirse del lugar común temático (amor, relaciones personales) que cambiar de sonido? Te lo pregunto porque se podría pensar que, finalmente, la canción pop está destinada a cambiar de sonido, pero nunca de temáticas o de usos del lenguaje.
- Creo que la lírica de “Continuará” es distinta a la de “La Vida Secreta”, es más confusa, mística por momentos, pero definitivamente tiene en común esa primera persona que habla de lo que ve. En ese sentido hay una continuación, y es que no es ficcional. Respecto de la canción pop, creo que su cuello de botella, y la gran revolución que tiene que hacer, es justamente el cambio de los usos del leguaje. Es un desafío complejísimo y el motivo por el que muchas veces el pop se queda corto. Creo que el origen del arte fue pop, que es la forma primigenia de manifestación de los hombres -¡la caverna de Lascaux!-, la más importante, y la forma en que se va a extinguir el arte cuando se extinga el hombre. Aclaro que hablo de pop como forma de comunicación, no como género musical o como se lo asocia a formas y usos mediocres o demagógicos. Sin embargo, el lugar en el que se ha trabado es en seguir replicando el uso “testimonial” de esa primera persona. Recomiendo ver en YouTube las entrevistas a John Maus. Muy interesante lo que dice sobre este tema.

¿Las canciones instrumentales del segundo disco de “Continuará”, ya que nacen de las canciones del primero, son ese intento por superar lo que se queda atrapado en la mezcla entre letra y música?
- No son un intento, sino más bien el resultado de la mente disociativa de (Daniel) Melero. No fue algo planeado, sucedió cuando abordó la postproducción de los temas: de cada uno hizo muchísimas versiones, desde más clásicas hasta instrumentales casi irreconocibles. Uno de los tantos tópicos de los que hablábamos era el de la obra infinita, o la obra inconclusa, que es lo mismo. Las grabaciones y el espíritu del disco invitaban a imprimirle esa forma de desarrollo, y por otra parte, hacía rato nos planteábamos las limitaciones de los discursos asertivos. Por otro lado, en ese momento yo estaba bajando de Internet distintas versiones del inédito “Smile” de los Beach Boys. La idea de que cada versión que encontrabas tenía distintos órdenes, distintas mezclas o directamente temas que en otras compilaciones no figuraban, me pareció el logro artístico más alto de su carrera. A Brian Wilson le costó la cordura, pero el supuesto fracaso que significó que “Smile” no se editara lo considero la única manera de concreción que tenía esa obra.

¿Pero las canciones del segundo disco de “Continuará” las compuso Daniel Melero? No me queda claro ese detalle; si es que las compuso o sólo participó en la producción de los dos discos.
- Con Daniel (Melero) nos divertíamos mucho hablando de eso, ni para nosotros era claro si el segundo disco era suyo o de Los Clavos. El material sonoro desde el que se generaron esas piezas son los temas del primer disco, pero como el resultado es tan distinto, es nueva música. Hoy que lo escucho, definitivamente creo que el primer disco es de los Clavos y el segundo de Melero.

Sensacional by felixylosclavos

Te refieres a “Continuará” como un proyecto que supera al disco tradicional, porque tal como su nombre lo indica, siempre está desarrollándose. ¿Podrías ahondar en eso y explicar cuáles son los diferentes formatos que van dándole extensión a esta obra?
- “Continuará” terminó siendo un disco doble, pero de hecho hay material extra que no está incluido en esta edición porque la hacía demasiado extensa. Hay material como para por lo menos un disco más. Entre las ideas que estamos barajando está la de hacer una suerte de corto, obra audiovisual, no lo sabemos aún. Siro, Chango y Benja son videastas, así que la idea es hacer nosotros mismos la parte visual. Todavía estamos evaluándolo, no es algo que ya esté definido.

También te refieres a “Continuará” como un trabajo más agresivo, no condescendiente. ¿Es esa la finalidad de tu música o crees que es fruto de la circunstancia de este disco en particular?
- Creo que se hace camino al andar, y que el siguiente paso que vayas a dar va a estar determinado por el anterior. En ese sentido no creo en una finalidad puntual, sino en el desarrollo de una carrera o una obra que tenga que ver con la diversidad.

¿Identificas esa misma característica de tu disco en otras propuestas actuales de Argentina?
-En los últimos cinco años la Argentina se plagó de cantautores que van detrás de un sonido acústico, bello, armonioso y la verdad lo encuentro muy limitado y poco inspirador. ¡En realidad fue una inspiración para hacer todo lo contrario! Yo me considero un compositor que canta sus temas, en ese sentido podría entrar en la categoría de cantautor, pero no me interesa en lo más mínimo la escena porteña de los cantautores. En lo concreto, estoy más en comunión con bandas como Nairobi, Las Kellies, Victoria Mil, Azur, Diosque, Betty Confetti, Maniac Mantu. Hay un artista tucumano, Bruno Masino, que le ha encontrado una buena vuelta a la canción. De todas maneras, no creo que lo agresivo o poco condescendiente sea una línea “política”, por llamarlo de alguna manera, sino el paso que sentí que tenía que dar en este contexto musical y en relación con “La Vida Secreta”. Hace poco vi una entrevista de R. Stevie Moore en la que decía que la única guerra que luchaba era la guerra contra la mediocridad. Suscribo 100% a esta idea, creo que esa es la única política que me interesa.


¿Cómo fue trabajar con Los Clavos en este disco? ¿Prefieres ese proceso más colectivo o te es más sencillo trabajar solo?
- Los Clavos funcionan de una manera radicalmente opuesta a la mía. Mis procesos de creación son de decantación muy lenta, básicamente tardan el tiempo en que mis ideas se trasladan a mi cuerpo para poder materializarlas. La parte de composición siempre la vivo en solitario, y a la hora de hacer los temas de “Continuará”, me encontré con que mi manera de bajar ese material era bastante rústico y desordenado. En definitiva ese resultado me indicaba que el proceder tenía que ser opuesto a mi sistema anterior de control y minuciosidad. Las grabaciones se hicieron en lo de Benjamín (Ochoa), con este sistema en el que la batería era lo último que se iba a grabar. Yo produje unos cuantos discos y siempre encontré que el sistema clásico de grabar primero la base demoraba la urgencia instintiva de descargar en el acto lo primero que venía a la mente.

Por eso el procedimiento fue que el que primero quisiera grabar, lo hacía. En ese contexto descontracturado, lo que cada uno depositaba en los tracks era mucho más el resultado de una inspiración lúdica y divertida que detenerse a pensar que era lo que “convenía” o servía para que la música se pudiera sostener. Como si la música debiera sostenerse; ¡también es buenísimo que se desbarranque! Los Clavos son básicamente el grupo más cercano de amigos, y en realidad son más artistas que músicos. Su hábitat natural es el desorden y claramente como banda lo que correspondía era seguir el flow de la tropa. Cuando todos estábamos suficientemente borrachos, fumados o excitados, se prendía el botón rec. Definitivamente la creación colectiva supera a la del solista.

¿Cómo trabajas junto a Los Clavos las canciones de “Continuará” en vivo?
- Los Clavos somos más una orquesta eléctrica que una banda de rock. Nuestros shows tienen algo de conjura mística, de milagro y de catástrofe. Somos físicos y arbitrarios a la hora de tocar, en ese sentido estamos mucho más próximos a los modos del noise que a los de la canción. Ese fue nuestro desafío y en eso estamos avanzando, hacemos canciones pero no las interpretamos como tales. Así, muchas veces llegamos a la deformidad. Eso sí, siempre bajo el aura universal del pop.

¿Y cómo es trabajar con Daniel Melero, considerando que además tú eres músico en su banda?
- Hacer música con Daniel es un súper lujo, siempre espera del arte lo mejor de lo mejor, como si fuera una conquista que siempre se puede ganar, y que se tiene que ganar para satisfacción personal. Eso es crucial. El centro de un artista siempre debe ser él mismo, nunca el afuera. Respecto de sus procedimientos, podría decir que su fuerte es sembrar la confusión, eso estaba muy en sintonía con el modus operandi de Los Clavos y por eso todo terminó en un disco doble compartido. Sin dudas Melero es mi influencia más fuerte, pero no en un sentido musical. Si bien los dos hacemos canciones, nuestra música no tiene mucho que ver. La marca que dejó en mí es mucho más global, como ser, los “principios” para construir una obra y una carrera.
Esta entrevista fue publicada en Paniko.cl

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