Catalogar este trabajo como un
disco conceptual, o siquiera denominarlo disco, no sería preciso.
Inclinarse por ubicarlo en el plano preformativo podría ser más útil, pero
tampoco lograría definir con precisión lo realizado por el artista Ivo Vidal en
esta híbrida producción. “Trabajos para combatir la dislalia” (Michita Rex, 2013) más bien se
percibe en tanto pieza de intervención y registro, en la que el autor explora
los límites de la manipulación de su voz, y en la que palpita un abrumador
cuestionamiento sobre la norma y el control.
Tomando como referente los
ejercicios pedagógicos que intentan superar la errática pronunciación de
fonemas (dislalia), Ivo Vidal recita fábulas y repite sonidos del
lenguaje hablado (/l/, /r/, /s/, entre otros) para ejemplificar la correcta
pronunciación de las palabras. Al hacerlo, aparece la voz como único soporte
para la expresión del mensaje; no hay aquí instrumentación ni acompañamientos
que puedan nutrir la narración de Vidal, salvo la utilización de sonido
ambiente y algún ajuste digital de ecos y efectos. Es el autor el que cubre
todos los espacios de la obra en un ejercicio vocal hipnótico y que se sostiene
por casi cuarenta minutos.
Correr el riesgo de presentar
una grabación desnuda no tendría sentido si no se considera esta entrega como
una relectura de las tradicionales herramientas correctivas en la enseñanza
temprana, con Vidal interpretando al agente formativo en los ocho títulos que
dar cuerpo al disco/libro. En ese rol, expresa una interesante alteración
de un instructivo “pedagógico”, dispositivo que apunta al disciplinamiento del
lenguaje, y por ende, de la identidad. Y al recitarlo, grabarlo y manipularlo,
el artista da cuenta del reverso sádico de la instrucción.
Por todo lo anterior,
“Trabajos…” es un caso aislado en el panorama actual de publicaciones
musicales o sonoras. Una expresión más que nos recuerda que la canción que
enfrenta al poder, la que se podría calificar como canción política,
actualmente está sucediendo en los márgenes y a través de la experimentación.
Esta crítica fue publicada en "El Ciudadano" impreso, agosto 2013
0 comentariosComments:
Publicar un comentario