La música popular chilena, dominada por la incansable guitarra tradicional y la cómoda figura del solista, parece estar cruzando la avenida de la recuperación folclórica para coquetear con el pop. El sueño de la casa propia –alias de José Manuel Cerda– edita Historial de caídas para debutar como proyecto electrónico en este nuevo panorama, desafiando la idea mal parida sobre los músicos electrónicos en Chile y proponiendo un nuevo modo de acercamiento a la música popular contemporánea. Si es recurrente encontrarnos con descripciones técnicas, frías y ridículamente embobadas con el mito de la electrónica como sinónimo de máquinas y cables, El Sueño de la Casa Propia se luce por reflejar todo lo contrario en su primer disco oficial.
Formado por diez cortes que en total no sobrepasan los cuarenta minutos, Historial de caídas saca provecho de la programación y el sampleo para armar un mapa sonoro diverso, cuyas direcciones se pueden apreciar en distintos niveles. Desde el inicio tribal de “En mangas de camisa” hasta el oasis postrock de “Cortina de humo”, el álbum se nutre de recortes y fragmentos que ayudan a completar canciones de estribillos inexistentes. Este modelo aparece con éxito en “A la velocidad del amor”, “Voluntad de oro” y “Sosiégate”, temas herederos del pop actual y cumbres del sonido que El sueño de Casa Propia eligió para presentarse en sociedad. Al margen de uno que otro paso en falso –“Amarillo crepúsculo” o “Puertas adentro”, por ejemplo–, Historial de caídas también resalta por un logrado equilibrio en el ánimo del disco; siempre en alza, las diez canciones invitan disfrutar de una electrónica chispeante, que simula con gracia la carencia de lo orgánico y que traspasa emotividad.
En este sentido, lo que se observa que está creciendo en el proyecto de José Manuel Cerda es la base para un futuro lenguaje personal, que recoge, desarma y tritura otros modos de expresión en la búsqueda del pop. En el proceso, el músico electrónico juega con las estructuras y las manipula, dejando ver en ese gesto la necesidad de un cambio en la idea típica de solista pop que conocemos. Corriendo el riesgo, El Sueño de la Casa Propia se distancia de los nuevos compositores que están comenzando a florecer, instalándose con un álbum entrañable y corajudo.
Los méritos de Historial de caídas están en comprender que el formato de la canción popular no siempre depende del alcance de un coro bien ubicado o de una superproducción efectista con ínfulas de hit. El acierto del primer disco de El Sueño de la Casa Propia está en proponer una lectura personal al estilo, despeinando con ese movimiento al nuevo escenario pop que se está rearticulando en el país.
(También publicado acá)
0 comentariosComments:
Publicar un comentario