Aparecido hace algunas semanas, “Boo Boo” (Pueblo Nuevo, 2008) es el segundo trabajo de Francisco Pinto, ex Hombre Nuclear, banda que recordaremos por ser una de las primeras en permitir las descargas de sus canciones, además de su particular estética. “Boo Boo” debería ser la consolidación de su camino en solitario y en cierta medida lo es, teniendo en cuenta un disperso primer disco conocido como “Warm Milk”, también alojado en Pueblo Nuevo. Pese a que su reciente trabajo no presenta un gran cambio en su forma de producir canciones, sí resalta dentro de los estrenos veraniegos, debido a su gracia pop y a un par de colaboraciones muy bien logradas.
“Boo Boo” esta dividido en dos partes, vaya a saber uno por qué, lo que da la idea de una producción doble, más que de un álbum de lado A y B (que es como lo presentan). Más allá de su idea original, el disco alegra por las armonías y programaciones de Pinto, todas enraizadas en la música pop y que servirían en cualquier pista de baile. Títulos como “Triangle”, “Your Way” o “URL” poseen más fuerza que muchos de los últimos intentos discotequeros nacidos en Chile, principalmente por la capacidad del autor de armar buenas secuencias en tiempos no tan extensos. Esto no borra cierta monotonía en otros cortes y en la totalidad de un álbum demasiado largo (18 canciones).
Por otro lado, todo anda mejor cuando Pinto suma voces a sus ideas y más si lo hace con Javier Barría. Acompañante de Pinto en varias de sus últimas apariciones en vivo, Barría firma en “El arco de las cosas” y “Metropolis”, ejercicios que lo trasladan al baile, abriendo oportunidades a su faceta de cantautor. El sonido recuerda momentos del pop chileno de los noventa, incluso a pasajes de la obra de Daniel Melero, opacando la presencia de Evelyn Fuentes (ex Christianes) en “Lluvia de Truenos” y de Diego Herrera en “Topos”, duetos que no están mal, pero que mantienen la citada e incómoda monotonía.
Sin ser un disco de ideas brillantes, “Boo Boo” puede ser el mejor legado de Pinto hasta el momento. Un claro avance, además de un buen ejemplo de naciente creatividad pop y estilo fijo, casi tozudo para los tiempos que corren. El cielo pacífico de la portada habla mucho del buen rato que se vive al escuchar este trabajo, incluso pensando que a veces su mensaje es melancólico, desencantado y solitario. Es ahí cuando se entiende que las ideas de su autor no están para nada tranquilas, sus títulos lo demuestran, siendo cada canción una pequeña batalla chillona y cadenciosa; algunas sobrantes, la mayoría bastante sorpresivas.
2 comentariosComments:
vamos a linkear la critica... saludos!
mika.
Hola, he encontrado tu blog a través de Google, mientras que la búsqueda de primeros auxilios para un ataque al corazón y su puesto se ve muy interesante para mí.
Publicar un comentario