Como no actualizaba hace rato les dejo este pequeño comentario sobre Andrew Bird y su disco nuevo, pero también regalo una canción en forma de flash para estrenar esta nueva modalidad del blog. Disfrútenlo.
Cuando uno no sabe tocar instrumentos puede silbar.
Luego, si aprende a manejar alguno se arma una banda o se manda solo, con sus silbidos e instrumento favorito.
Así lo hace el Andrew Bird, de quien comenté algo en algún lugar hace meses. Ahora vuelvo a escribir y a re-escucharlo porque después de publicar The Mysterious Production of Eggs ha vuelto con el lujito de Fingerlings 3. Se trata de su tercer registro de presentaciones en vivo, algo así como una tradición que mantiene desde el primer Fingerlings, editado hace cuatro años. En este regreso mezcla canciones antiguas, algunos covers y adelantos de lo que está preparando para el próximo año. Todo en menos de una horita.
A mí que me gustan las canciones de Bird, sólo puedo comentar que se mantiene con su violín inagotable y su folk que no apesta a guitarra de palo. Y lo que más me ha gustado: instrumentales campestres en las que este pájaro parece silbar amablemente.
Andrew Bird - Dark Matter
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