Noche de un miércoles 31 de agosto. En Santiago llueve tanto que llego empapado al lanzamiento de “Consumido por Pájaros”, segundo disco de Mostro. Días atrás intenté que este dúo conformado por los hermanos Carlos y Jaime Reinoso viajara desde Los Andes para conversar en el programa sobre su nuevo disco. No lo logre.
Oriundos del valle del Aconcagua, desde que el Conejo Rojo comenzó a esparcir su música fuera de sus tierras están viajando a la capital en una migración pasajera que no desea volverse permanente.
Para Cerebro (Carlos Reinoso, hombre tras los teclados y guitarras) esto tiene una explicación simple: “Los Andes tiene un pulso parecido al de un vegetal, lo que permite hacer cosas con relajo; está a sólo 60 Km. de Santiago. Además, preferimos quedarnos acá para no seguir el modus operandi de las bandas penquistas, y de otros rincones de Chile, quienes creen que la capital es una especie de trampolín para lo que ellos llaman “sus carreras musicales”. Definitivamente Los Andes es un buen lugar donde estar, Santiago no nos interesa para vivir.”
Hay harta gente en la sala SCD de Bellavista, pero consigo un asiento justo cuando los Fredi Michel, que ofician de teloneros, salen al escenario. Durante su (increíble) actuación, Cerebro les mira contento, igual que Carla Arias. Ella es parte del equipo del sello Quemasucabeza, quienes albergan a Mostro desde la salida de su primer disco, “HR=01”(2003). “Tanto nosotros como ellos hemos crecido desde que le pedimos a Rodrigo (Santis) y Carla (Arias) que editaran nuestro primer disco. Ellos representan un apoyo moral y orientación para un par de personas que por curiosidad están en la música; consejos certeros de cómo editar un disco y su gestión totalmente alejado al espíritu artesanal que nosotros dominamos a la perfección", comenta Cerebro al momento de pensar en el papel que ha jugado el sello durante este último tiempo.
Todo el mundo se anima con lo presentado por Fredi Michel. Pero las ganas de ver al dúo andino también aumentan. La espera no dura mucho, pues los hermanos rápidamente arman su humilde escenografía sónica: una batería y un teclado Casio lleno de cables. Ya en la despedida de Familea Miranda (foto) habían demostrado cuánto podían llenar con esa simple combinación. Y no es que con ellos se amolde la fórmula de que menos es más. "Acá menos es menos, con la diferencia que la tonalidad y texturas, sumado a sonidos de un Casio ma 130, terminaron por diseñar el sonido que hemos desarrollado en estos 2 últimos años. Todo más cercano a la evocación electrónica casera de mala fidelidad que a la épica progresiva de un teclado que cueste arriba de doscientas lucas".
Eso queda más que claro al escuchar los primeros sonidos de las nuevas canciones; pasajes cortos, pero potentes de teclados enfermizos y batería de acompañamiento. En palabras de Cerebro: “Este disco empezó en 2003 y culminó en 2006 y viene a ser el registro de 3 años ideando canciones y jugueteando con ellas, aunque no necesariamente representa el pulso actual de la banda. Para dar un ejemplo: grabamos 30 temas y solo incluimos 10 en este disco. En “Consumido por Pájaros” los teclados sepultaron a la guitarra disonante, con la aparición de líneas semi melódicas. La batería tuvo que reducir los ritmos y no entrecortarlos.”
Antes de terminar este lanzamiento, la lluvia que afuera inunda la ciudad dentro de la sala se convierte en chocolate. Mostro regala desde el escenario un montón de dulces, tocan la última canción y se despiden. Aunque no alcanzo ninguno me voy contento. Se me olvida que las zapatillas suenan por lo mojadas que están y parto camino a Plaza Italia. Después me alegro más al ver que Cerebro ha respondido un correo que le envié para que a cambio de no ir al programa me contesten unas cuantas preguntas para colgar una especie de entrevista en el blog.
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