lunes, agosto 22, 2011

Voz de Hombre – "Hombre Solo"


Extraño ejercicio para un debut es el que realiza Voz de Hombre en “Hombre solo”(Michita Rex, 2011). Demostrando más debilidades que fortalezas en la producción de este disco, el primer trabajo de Cristóbal Gajardo –también vocalista de Los Embajadores– se caracteriza por la irregularidad de las ocho canciones que aquí se presentan, pero también por una atractiva propuesta que encara ese trasfondo que tiende a pasar colado entre los estrenos firmados por hombres en Chile: la propia masculinidad.
“Hombre solo” está construido en base a teclados y recursos electrónicos que arman un sonido pálido, que se podría considerar como una oscilación aún inmadura entre el post punk y un tétrico synth pop. El estilo de Gajardo, por otro lado, tampoco se escucha del todo seguro: ahí están las débiles “Como la lluvia” o “Son cosas de las cosas”, piezas que revelan que a veces el cantante y las programaciones parecen apuntar en direcciones opuestas.
Sin embargo, aunque la poca precisión en el desarrollo musical de este disco puede ser más o menos evidente, hay otros detalles en su construcción que valen la pena destacar: la descripción de un personaje (hombre) que se retuerce entre los límites de lo masculino, que a veces incluso parece travestido (como se escucha en “Allá no es él”), pero que ante todo se enfrenta a una clásica imposición social: el deber estar acompañado o contar con un mínimo de arraigo.
Las canciones retratan al fulano que está encajado en un aislamiento profundo y que no logra compartir sus deseos con nadie, cayendo una y otra vez en la angustia de la insatisfacción. No es de extrañar, entonces, que las narraciones de este disco se inclinen por la búsqueda de ese honor perdido, de ese fragmento que le falta al varón incompleto. Cortes como “El gran mall” o “Eres una extraño” hablan de este deseo en baladas fantasmagóricas, sombrías.
Otro interesante momento es la versión de “Para tenerte otra vez”, hit popularizado por Chayanne. Utilizando los efectos del vocoder, Voz de Hombre reescribe esta pieza desde la distorsión. Aquí la figura del latin lover (tan machito como sensible) suena desplazada por la otra cara de la moneda masculina o, lo que es igual, por la perturbación del imaginario varonil que abunda en la canción romántica.
A fin de cuentas, Voz de Hombre prefiere quebrar la extraña trayectoria de divagaciones que abunda entre los autores nacionales –que a ratos pueden sonar viriles, poderosos, pero también cursis y melodramáticos– para ubicarse definitivamente en un terreno crítico, en donde los sonidos y las historias retratan el absurdo de ese ideal que siempre vincula a los hombres con el triunfo y el heroísmo. Acá no hay nada de eso.
La particularidad de “Hombre solo”, entonces, está en la construcción de un pop desprolijo y al mismo tiempo prudente, que de tanto tambalearse en la definición de un sonido característico deja abierta una reflexión sobre los límites de ese hablar como hombre que, al menos en Chile, se exige casi por ley.

1 Comment: comentarios:

Anónimo dijo...

típico artículo en que el auto se las trata de dar de un huon docto.

seguro quien lo escribió es fanático de oasis, adelle y one direction.